Monólocos #4
- Sebas Morales
- 15 jun 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 20 dic 2019
No quiero somas, la música relaja,
no quiero que aprieten mi vida
como barrigas en faja,
soy un explorador donde mi ánimo viaja,
y distan millas de tu orgullo,
a estas sonrisas de ventaja.
A disparar la boca empiezo,
te dejo tieso,
reflexiono con mis cálculos,
para brillar los espectáculos,
y te saco mis tentáculos,
y te destrozo en cuadrilátero,
deformo la geometría
de este mundano pentáculo.
Soy feliz como delfín,
con verso letal como Bacrim,
como "Knockouts" en el Ring,
como el timbre que hace "Ring",
y ella suelta su bello crin,
tan bello como el aroma dulce
de las flores de un jardín.
Cuando percibo el olor y
penetra mi nariz,
mi corazón es un violín y me
convierto en bailarín.
Y me mira,
mientras, se eleva el barómetro y se fija,
mientras se nos quema el termómetro,
mientras los temblores de su pecho
se reflejan en el sismo grafo,
y traduzco sus gestos como
si fuera un "criptomano". (esa palabra no existe)
mientras el corazón arrasa con el hipódromo,
y nos pone a bailar, sonriendo juntos
al son de un metrónomo.
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