Dos miradas
- Sebas Morales
- 8 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Hay que recordar les que para buena rima,
hay como pocos cupos,
que no son películas de cine,
mi rima es como falo,
mientras la fanaticada gime,
no vendo por miedos,
tengo mis propios fines,
porque este es mi transporte,
con sus mágicos rines,
no busco la fama,
no busco que me empine,
solo que las ideas con
el contenido rimen,
quiero hacer algo "cool",
como "Dubstep" hace "Skrillex",
por eso lo lees, por esto vine,
admito que vine en pañal,
ser un novicio, caerse es normal,
pero si tengo un sueño,
yo lo hago material,
soy pulsos interno, soy un ser emocional,
porque escribir es sensacional,
no me importa lo políticamente correcto,
no me importa ser vulgar,
cada palabra e idea que escupo es demencial,
y descifro su matemática como calculadora,
me aventuro en la selva como "Dora" la exploradora,
poesía eyacula abracadabras,
como escritura cautivadora,
me atrapa en su hechizo,
como bella gitana embrujadora,
como fuego que el papel consume,
entre la tinta y las horas,
trabajo como guerrero griego,
a la Atenea en el Ágora,
mis ideas vuelan al espacio,
como de la flor sus esporas,
producto de la calma del nirvana,
de buenas vibras creadoras,
solo soy un jardinero
con la tinta labradora,
para escuchar al espíritu no
se necesita control,
otros lo ignoran con sustancias,
lo ignoran con alcohol,
sin darse cuenta que en la
vida se requiere un farol,
y que las cosas importantes
se avanza como caracol,
hay que tener una sonrisa
viva como girasol,
aunque hay unos descerebrados
que se relucen con falso charol,
se lustran con las marcas,
el consumismo es su crisol,
no lo notan, ni les importa
hacerse un auto-gol,
no saben apreciar ni
el ocaso con el sol,
--------------------------------
¡RAYOS, escuche un temblor!
la masa grasa se ha llenado de temor,
le rezan a los dioses con falso amor,
suplican lisonjeras, les suplican perdón,
a estatuas desanimadas, sin vida ni color,
predican el dogma sin conocer su interior,
solo conocen cosas banales,
efímeras del alrededor,
no entienden que la vida es un profesor,
y la clase de su vida, el día a día, el bálsamo,
solo cuando es el final sienten el dolor,
y aquí termino mi largo monólogo,
revelando pensamientos de fondo,
me complico en un círculo vicioso,
un circuito redondo,
ignorando el diario ruido de trasfondo,
caminando en la arena del pueblo de "Macondo",
perdido en su riqueza, en mi selva del Congo,
como el mundo de mi cuarto,
de desorden, entropía y escombros.
Comentarios